Cuento corto: De amigos verdaderos nos fortalecemos y fortalecemos.

Esta es la historia del pequeño “Calamity”. Él solo quería tener amigos y jugar con ellos pero tenía la desgracia que cuando lo veían, solo huían por su apariencia ya que este era un pequeño monstruo y dejaban que sus ojos lo juzgaran primero que conocerlo.

Esto hacía sentir muy triste al pequeño Calamity. Él tenía que estar escondido entre en los arbustos cuando veía a los demás jugar. No se imaginan todas las veces que quiso estar con ellos, viéndolos como se divertían y felices; sentirse parte del grupo.

Calamity deseaba que lo trataran igual, dar entender que él no era malo y no había razón de juzgarlo como un ser malvado.

Pero siempre que intentaba acercarse ocurría lo mismo…salían corriendo con solo verlo.

Calamity:- (Voz tímida) Chicos no corran, solo quiero ser su amigo.

En las tardes Calamity se ponía al ver al sol, revisaba sus dibujos que él hacia jugando con ello y pensaba lo bien que se siente tener amigos. Pero en el fondo pensaba que jamás ocurriría algo así. Ellos ya tienen una idea de los monstruos y al parecer no cambiara…

Calamity se vio en un lago y sentía que su apariencia no era para tanto, no era tan feo y pensaba que si se ponía un disfraz o algo para ser su amigo. Pero entendía que tarde o temprano ellos se darían cuenta que es un monstruo y chance le iría peor.

Pero tuvo una mejor idea, el cual era conocerlos mejor por separado y saber que les gusta hacer y cómo se siente cada uno, bueno cuando lo ven todos juntos salen corriendo, pero si se acerca en uno por uno tal vez tenga más oportunidad de que lo acepten como su amigo.

Calamity siguió por separado a cada uno de los chicos.

Primero empezó con Claudia, quien le gustaba cantar pero su voz era muy desafinada. Ella todas las mañanas se ponía a practicar su canto pero siempre presentaba los mismos problemas. Calamity pensó en ayudarla ya que es lo que un buen amigo hace.

Claudia empezó a practicar pero su voz se cansaba, de pronto Calamity escondido en los arbustos le dijo que solo tenía que relajar la garganta y los músculos de la cara para que su voz pudiera ascender la nota y no se sintiera como un globo desinflarse.

Claudia se sorprendió por el consejo que recibió de la persona escondida en los arbustos. Claudia trato de acercarse a él para darle las gracias pero Calamity mejor se aparto y se alejo de ella por miedo a que lo viera y se asustara.

Más tarde el pequeño monstruo fue a ver lo que Rafa intentaba hacer. Este trataba de dibujar pero sus bocetos eran muy simplones y sin personalidad. En si dada la situación, Calamity fue a su casa y tomo su pequeño libro sobre aprender a dibujar, Ya que el pequeño Calamity había hecho dibujos de él jugando con los demás y de ahí aprendió a cómo hacerlo.

Volvió donde estaba practicando Rafa, silbo para distraerlo y se los dejo cerca. Rafa muy sorprendido le echo un vistazo y al revisar el contenido del libro se le dibujo una gran sonrisa ya que noto que de ahí podría mejorar su técnica.

Y así sucesivamente fue con los otros chicos. Calamity lo hizo durante cada día de una semana para saber en que estaba a su alcance para ayudarlos en lo que necesitaban y de una vez brindarle su apoyo en lo que los chicos trataba de mejorar.

Calamity tuvo la idea de dejar pequeñas notas con frases para que no se desanimaran y siguieran adelante mejorando.

Algunas notas tenían escrito las siguientes frases:

-¡Tu puedes! Falta poco para que tus dibujos sean obras de arte.

-¡Ahora cantas en armonía que hasta las aves se posan por escuchar tu sinfonía!

-Si te rinde por lo que quieres aspirar. Otro sin escrúpulos lo obtendrá y destruirá.

-Cada día es una nueva enseñanza y un brinco para la excelencia.

Calamity noto que al pasar los días de las semanas, los chicos se veía más felices y practicaban sobre las notas para saber si por casualidad alguno de ellos las había escrito pero se dieron cuenta que nadie de ellos lo había hecho.

Ellos tenían tantas ganas de conocer quien les había brindado tanto apoyo y fe. Calamity al ver le dieron ganas de presentarse ante ellos y decirles que él fue. Una porque además de dale las gracias Rafa trataban de devolver el libro que le dejaron.

Pero mejor se detuvo pensando que pasarían los mismos resultado: Ellos al verlo saldrían corriendo asustados.

Calamity sintió que su corazón latía como una señal de que ahora no había nada que temer y su consciencia le decía: - Crees que correrían de alguien que les ha brindado su ayuda y los ha apoyado sin esperar nada a cambio de ellos.

Calamity empezó a salir de los arbustos y les dijo que él fue el responsable de las notas, que siempre los veía jugar pero que cuando se acercaba salían corriendo. Él no tenía la culpa de tener una apariencia así, ni tampoco el de ser un monstruo y solo les pedía su comprensión.

En eso se acerco Rafa le entrega el libro y le da una nota; de un dibujo de un pajarillo silbando y con letras grandes: “¡GRACIAS!”

Al ver esto los demás chicos se acercaron a Calamity y aprendieron que nuestra apariencia no, nos hace quien somos sino nuestras acciones y todos crecemos unidos gracias de unos hacia los otros.

Fin.

#s3gt_translate_tooltip_mini { display: none !important; }