top of page

Cuento corto: Esperanza para una planta


Solo basta con alguien que crea en nosotros...

Nuestra pequeña historia comienza en un pequeño lago donde vivía un pequeño pato junto con su mamá. A este pequeño le gustaba pasear y si que eran largos sus paseos.


Hasta que un azar del destino por seguir a una mariposa se encontró una planta ya marchita y algo rota. El pequeño pato se acerco y solo observo que al parecer la planta ya se daba por vencida esperando que se marchitara.


El patito sintió algo de pena por dicha planta así que regreso a su casa y le pregunto a su madre.


Pequeño pato: -Oye mamá ¿porque cuando las plantas ya están marchitas las prefieren arrancar y no tratar de curar?


Mama pata: - Bueno hijo. Es mejor quitar la planta marchita para hacer florecer una nueva y esta la sustituya.


El pequeño pato pensó que si por casualidad alguien dejaba de ser útil lo mejor era desecharlo y sustituirlo. Pero dentro de su corazón sintió un sentimiento horrible. Este sentimiento provoco que el pequeño pato se preocupara por la planta ya marchita y le diera otra oportunidad.


Ya que para ser sincero no creo que nadie se sienta feliz de que lo remplacen así sencillamente.


El pequeño al día siguiente salió a ver la condición de la planta que se estaba marchitando. Tomo una pequeña vara y unas cuerdas junto con agua.


Al llegar con la planta marchita, el pequeño uso la vara para dar apoyo a la planta y esta otra vez tomara los rayos del sol que fortaleció usando las cuerdas y la empezó a regar.


Pequeño pato: - Ya verás…Tal vez seamos pequeños pero eso no, nos hace menos importantes (mientras sonreía cuando la regaba).


Sin importar que lloviera, hiciera mucho viento o sol. Nuestro pequeño patito la visitaba constantemente y le brindaba su apoyo. Noto que con el tiempo y gracias a sus cuidados la planta ya se podía sostener firme por ella sola sin necesidad de la vara. De modo que se la quito y continuaba regándola dando su cariño y cuidado.


Con el tiempo las abejas se acercaban a la planta y tomaban el polen de esta. Los rayos del sol la hacían ver preciosa.


El pequeño pato noto como a pesar de estar marchita cuando la conoció solo le basto darle cariño y cuidado a la planta para que volviera a vivir. Al parecer la planta como agradecimiento cuando el patito la visitaba desplegaba un aroma dulce solo para él.


El pequeño pato le volvió hacer la pregunta a su madre y esta le contesto lo mismo. Pero el patito aprendió que si a los que aparecen abatidos les brindamos un poco de atención, demostramos que no son desechables y tenemos fe en ellos, vivirán con más fuerza y se fortalecerán; que ahora ya no se volverán a marchitar sino crecerán y de ellos saldrán semillas nuevas.


Fin


¡Bienvenido!
Contenido empresarial.png

¡Aun queda más diversión!

Posts Destacados
Posts Recientes
Búsqueda por Tags
Nuestra Comunidad 

Poetas

Cuentistas

Escritores

Creadores de contenidos

 
 
 
Unknown TrackUnknown Artist
00:00
bottom of page